Este comentario no es un distractor ni tiene que ver con el hombre que fue Roberto Gómez Bolaños y sus posturas políticas conservadoras, antI aborto o su filia por Felipe Calderón, PERO Chespirito fue uno de los compañeros de mi infancia. Mis primeras risas se las debo a personajes tan honestos y llenos de profundidad vital como El Chavo, la Chimoltrufia, Kiko, Doña Florinda, el profesor Jirafales. Me hizo sentirme mexicano la primera vez que salí del país y que me preguntaron por él. Chespirito es, quiérase o no, uno de los símbolos más poderosos y duraderos del soft power de México, del poder blando de su cultural. Al final, en este México del 2014, la eterna pregunta queda para el país ¿y ahora quién podrá defendernos?
Abajo Kissin toca la “Marcha Turca”, de Beethoven, la pieza con la que empezaba El Chavo del Ocho.
¡Adiós, Chespirito! https://t.co/AMjEQBD9cV